Cada partido se juega en dos periodos de 45
minutos cada uno, salvo que por mutuo acuerdo entre el árbitro y los dos equipos participantes se convenga otra cosa. Los cambios de duración de cada periodo deberán tomarse antes del inicio del partido y conforme al reglamento de la competición. Entre ambos periodos se realizará un descanso de 15 minutos.
Una vez cumplido el tiempo añadido el árbitro podrá, según su criterio, añadir más tiempo para recuperar el tiempo perdido. Los motivos para conformar ese tiempo añadido son los siguientes:
- Sustituciones.
- Evaluación de una lesión por parte del árbitro.
- Transporte de los jugadores fuera del terreno.
- Cualquier otro motivo de pérdida de tiempo.
En caso de que se deba patear o volver a patear un
penal con el tiempo extra ya cumplido, se prolongará el tiempo hasta que se efectúe el penal. Se considera efectuado cuando es gol, es desviado fuera del campo, toca al
guardameta o toca cualquier parte de la meta. Una vez terminado el tiempo reglamentario (90 minutos por lo general), incluidas las adiciones, puede ser necesario disputar una
prórroga o tiempo extra, dependiendo del reglamento de la competición. Dicha prórroga consta de dos periodos de 15 minutos, pero puede verse culminada si se convierte un
gol de oro o de
plata, si estos están permitidos por la competición. También dependiendo del reglamento de la competición se pueden ejecutar
tiros penales después del tiempo reglamentario (primero tiempo extra y luego tiro de penales).
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